2d3 dice;
No se, llevo dándole el visto bueno a este articulo mucho tiempo, al ser y al autentico yo, al ser superior. Si nos paramos a pensar tenemos momentos de lucidez en nuestras vidas que nos mantenemos en el tiempo presente, momentos en los que necesitamos mantenernos en él por lo importante o necesario que es para nosotros, pero tal vez con todo esto de eliminar cosas estemos manteniendo un error.
Nada en el ser humano tenemos que desecharlo, forzamos cada día a la liberación del alma, intentando mantenernos en el tiempo presente durante el máximo de tiempo posible, pero…. ¿y si nos estamos forzando a nosotros mismos para mantenernos en un estado que solo las cosas importantes lo requieren? No deberíamos dar la misma importancia en cualquier situación porque nos aburriríamos en muchísimos momentos o simplemente nos crearía sufrimiento, por ejemplo: yo trabajo 2 horas seguidas en una puerta de segurata, no pasa nunca nada, miras a los alrededores …un silencio rotundo, no hay nada que observar, hasta del silencio se cansa uno…por mas que intento mantenerme en tiempo presente la mente siempre sale a la luz , son momentos de reflexión, momentos en los que el tiempo presente no tiene cavidad en el ahora. Lo mismo pasa cuando te comes un trozo de pan de hace 15 días o la peor comida que te vallas a tragar, no puedes mantenerte en el tiempo presente y saborear al 100% la comida porque sufrirías mas de lo normal, lo normal es comerse rápido esa comida y lo anormal es saborear el momento con esa comida repulsiva.
Hay una cosa que tampoco llego a entender, no debemos de juzgar porque ya estaríamos entrando en la misma dinámica del ego, pero… toda tu vida es un juicio continuo, hasta la misma asertividad es un juicio, te están molestando, soy asertivo y se lo digo. Ya has juzgado, ya ha entrado otra vez el ego.
Hay otra incongruencia también «El ego es la personalidad que has recibido y forjado para ti mismo, a partir de tu predisposición kármica, tu herencia genética, las enseñanzas de tus padres, familiares, profesores, amigos, etc.… El ego es, por así decirlo, tu respuesta al mundo que has ido conociendo desde niño. El es tu castillo, tu refugio, el ser que -erróneamente- crees ser.”
No se si estaré entendiendo mal el ego, pero también creo recordar que Osho hacia alusión a que nuestra personalidad es nuestro ego, toda nuestra personalidad es como dice Carlos, nuestro castillo, nos hemos forjado una personalidad para afrontar la vida, entonces si es así, ¿no deberíamos también olvidar nuestra personalidad? ¿no deberíamos ser todos iguales? si partimos todos de una misma base y lo demás no es necesario la vida seria simple y poco llano, no habría nada por lo que sufrir o llorar.
Creo que el poder llorar, poder reír, el que te moleste algo, el que no…es ser humano, no puedes eliminar nada que tengas en tu interior. Vale que puedas distorsionar la realidad con creencias absurdas o experiencias negativas y tengas que rectificar y moldear pero ya hasta la absurda creencia de que seremos perfectos sin esto ya es irrealista y otra vez metemos el ego por la puerta de atrás.
Me gustaría tener una buena conversación con alguno de ustedes a ver si es que yo me como cosas o algo no cuadra en todo esto, un saludo.
Respuesta de David del Bass;
Hola 2d3, voy a intentar responderte sobre el tema de «juzgar», que como bien dices, es algo difícil de comprender sin juzgarlo, nunca mejor dicho.
Lo que yo entiendo como juicio positivo o no egótico, es cuando eres tú mismo el que tomas tus propias decisiones, si algo te molesta y lo dices, no es estar juzgando, sino ser congruente con lo que sientes. Lo que sería juzgar desde el ego, es cuando juzgas algo por la influencia que has recibido o por las creencias limitantes que has ido absorbiendo desde pequeño, por ejemplo cuando todo el mundo dice que «algo es malo», y tú dices que «es malo porque todo el mundo lo dice», ese es un juicio desde el ego, es decir, ha sido condicionado, sin embargo, si tú realmente crees y sientes que es malo, eso no sería un juicio desde el ego, espero haberme explicado bien.
Sobre la «personalidad» que comentas, todos desde el momento del nacimiento somos iguales, y podemos volver a serlo, lo único es que a lo largo de nuestra vida, el ego se ha ido apoderando poco a poco de nosotros negativamente sin darnos cuenta, es decir, el ego en sí no es malo, ya que nos ayuda a sobrevivir, es la voz que te dice «no metas la mano en el fuego si no quieres quemarte», el problema empieza cuando el ego nos condiciona haciéndonos sentir miedo, necesidad, ansiedad, inseguridad…si el ego es más fuerte que «nosotros» (con nosotros me refiero a tener control sobre el ego) es cuando es negativo, ya que nos esta jodiendo en vida, en vez de ayudarnos y permitirnos ser felices.
El ego es muy inteligente, demasiado, y llega a todos los sitios, llevamos más de 2000 años trabajándolo y dándole forma sin saberlo, es capaz de llegar a una persona a la mas mísera mierda, apunto casi de morir, pero dándole una inyección de cosas agradables, para que se recupere un poco y cuando se haya recuperado, de nuevo te deja en la mierda, son los famosos «bajones» que tenemos cuando las cosas nos empezaban a ir bien. El ego realmente no quiere que muramos, porque si no hay cuerpo «físico» él no puede existir y al ego le encanta estar ahí, ser el protagonista, el que mueve los hilos.
Cuando conseguimos tener conciencia de su existencia (por medio de la meditación por ejemplo), incluso yo mismo tuve conciencia de su existencia desde hace relativamente poco tiempo, es cuando empieza a tener miedo, porque sabe que es el principio de su final, y que antes o después, las personas que conocen la existencia del ego, terminarán por aprender a no ser influidos negativamente por él. Una excelente forma es «amar y agradecer» al ego por estar ahí y habernos ayudado a sobrevivir y llegar a donde hemos llegado, a este momento presente, pero también hacerle saber que ya no es necesario, que ahora podemos seguir viviendo nuestra propia vida de una forma más plena y feliz, con agradecimiento hacia los demás y hacia nosotros mismos. Es como el padre que sujeta por detrás el sillín de la bicicleta al hijo que empieza a montar y cuando el hijo puede montar solo ya no es necesario que el padre este detrás sujetando la bici, y el niño podrá moverse por donde quiera, de un lado a otro, completamente feliz.
Por lo tanto no hay que «matar, destruir o eliminar» al ego, eso solo hace que esos sentimientos de odio crezcan en nuestro interior, y lo alimenten aún más, sino que lo que tenemos que conseguir es que no nos afecte ni condicione nuestras decisiones, cuando el ego no afecta tu vida y tus decisiones, es cuando estas viviendo realmente.
Para los que quieran leer de nuevo el artículo sobre el ego escrito por Carlos de Vilanova
http://seduccionysuperacion.com/2010/01/23/el-ego-en-las-relaciones-humanas-por-carlos-de-vilanova
Mira, yo lo entiendo de esta manera, vivir el momento presente se refiere al hecho que hay situaciones que no podemos cambiar son nuestra realidad, pero la diferencia está en como asumimos esa realidad que nos toca vivir.
Cuando es el ego, o la forma negativa del ego, la que se apodera de nosotros nos encontraremos lamentándonos e incluso culpando juzgando a otros por la situación que nos toca vivir, es allí cuado tenemos que identificar, que es nuestro «ego » agrandado que se alimenta del sufrimiento o de esta energía negativa, en vez de que nos responsabilicemos y nos hagamos cargo de la situación.
No creo que se trate de eliminar sentimientos, pues son una parte nuestra, y somos humanos, por ello sentimos, la idea es poder identificar estos sentimientos y asumirlos como propios, entender de donde vienen y lo que causa en mi vida y en mis reacciones personales, asumiendo una postura distinta «esta es mi realidad», «estas son las condiciones que me tocan vivir» y llegar al planteamiento de ¿cual es entonces la mejor forma de enfrentarla? ¿Cuáles son los recursos y herramientas personales, tengo para enfrentar de la mejor forma posible esta situación?
¿Cómo puedo sacarle un mayor provecho?
Lamentarme por lo que es o pudo haber sido, o lo que quisiera que fuera, no es lo que me va a ayudar a afrontarla y me llenará de energía negativa, en vez de darme la opción de vivir lo mejor posible la situación que tengo.
En el caso específico que plantea 2d3, sentarse a lamentar por que debe pasar dos horas en su puesto de trabajo y no pasa el tiempo y el silencio es aburrido, que debería tener un trabajo mejor, no es lo que merece, no es lo que cambiará la situación.
Claro que la mente sale a ala luz, pero aprovechar esos momentos para la reflexión, o para la meditación, para tomar conciencia de ti mismo, de tu presencia, para meditar y sacarle el mejor partido a esas dos horas de silencio.
Muchos ni siquiera tienen la oportunidad de ello, ni se dan cuenta que no tienen momentos de intimidad, de estar solos consigo mismos y para la reflexión.
Creemos conocernos, creemos ser, pero no siempre somos lo que creemos, ni conocemos lo que somos
Aprovechar el momento presente, aceptarlo como tal, aprender de él para nuevas experiencias resulta ser mucho más efectivo y gratificante que lamentarse y llenarse de energías negativas, que en el sentido en que lo plantea el autor del artículo inicial, solo alimentaría el ego.
Una duda, hay una cosa que no me queda clara.
Si una TB me parece atractiva y otra no, ¿las estoy juzgando?.
Es algo que no me viene condicionado de fuera que viene de mi de dentro.
salu2,
Eso se llama «gusto personal» no creo que entre dentro de juzgar. Pensar si esto es juzgar o lo otro no lo es si es caer en el ego. No hay que darle tanta importancia a las cosas pequeñas que nos sacan del momento presente, sino que hay que disfrutarlas y vivir el momento.
Otra cosa seria que una chica te parezca atractiva y que tengas miedo a decirle algo, ahí es donde estaría actuando el ego negativamente, pero no tienen que gustarte todas las chicas.
Muy buenas preguntas 2d3 y buenas respuestas, David y Diana Ohana. Qué bueno es poder leeros a todos.
Comprendo tus dudas 2d3. A veces te sentirás cansado «incluso del silencio» de tus horas de trabajo como segurata. Por un lado, ser consciente del ego te ayudará a detectar el tipo de pensamientos «vaya mierda de trabajo tengo, que aburrido, todos los días así, no lo aguanto, necesito otra cosa…» para que no pasen a ser un ruido mental repetitivo, inutil y destructivo. Por otro lado, puedes tomar conciencia del momento presente y descubrir todo lo bueno que hay en él. El sonido de una suave brisa, las sensaciones saludables de tu propio cuerpo, los colores, la gente que pasa… Tenemos cantidad de sensaciones maravillosas de las que no somos conscientes. Puedes pensar ahora, «ya, pero mi lugar de trabajo no es que sea precisamente el paisaje más bonito del mundo». Yo, que en mi profesión tengo que tratar con enfermos, suelo plantearme cuantísimas cosas buenas tiene el momento presente que puedo descubrir ahora que estoy vivo y saludable. Puede que, tras estar largo de pie, notes ciertas sensaciones en tus pies ¿Te has planteado lo bellas que son estas sensaciones? ¿Imaginas cuanto te gustaría tenerlas, si hubieras quedado paralítico? ¿Te das cuenta de lo bueno que es poder permanecer ahí de pie y saber que luego podrás irte andando? Piensa en todas las personas que viven con la sensación de no tener tiempo más que para correr de un lado para otro ¿Te das cuenta de lo bueno que es gozar de dos horas de tranquilidad? El paisaje que observas probablemente no sea el Machu Pichu ni las cataratas del niágara ¿Imaginas cuanto daría un ciego por poder ver lo que tu ves? Piensa en quien, sin ser paralítico ni ciego, tiene que quedarse en la cama de un hospital con lágrimas en los ojos por sufrir un gran dolor ¿Te das cuenta de lo bello que es estar simplemente, ahí de pie, haciendo tu trabajo de guardia de seguridad? Te lo planteo de este modo, por si esta forma de ver las cosas te ayuda a hacer las paces con el momento presente. Te recomiendo también ver el final de la película «Diario de una Ninfómana», en el que un enfermo de Esclerosis Múltiple le dice a Valerie que «deberíamos querernos más».
Si mis palabras te conmueven de algún modo puede que vuelvas a reencontrarte en cierta manera con tus dudas. «Oh, ¿cómo se me ocurre quejarme si estoy fenomenal?». Además, empezarás a divagar en diferentes pensamientos y puede que te preocupes por no estar manteniendo el momento presente, en una especie de constante meditación: «Oh, vaya, otra vez estoy pensando, ya he perdido el momento presente. No entiendo cómo lo hacen Eckhart Tolle o Rubén Bouso pero yo no puedo estar todo el rato presente. ¿Acaso no es mejor que siga pensando en mis cosas? Si así paso el tiempo mucho mejor que obligándome a experimentar el presente constantemente». No sé si te sentirás identificado con estas ideas, pero a mí sí se me han pasado por la cabeza. Por un lado, podrían decirte que es el ego que quiere protegerse. Por otro lado, esa idea de sentirte obligado a vivir el presente, a frenar tus pensamientos, cómo si fuera una especie de deber, también tiene algo de ego. Es como si te hubieran dicho «debes hacer las cosas así para ser feliz» y tú asumieras esta idea. Entonces, si no estás experimentando todo lo que hay en el presente, es como si estuvieras haciendo mal.
Yo te planteo otra cosa. Cuando estés en tu trabajo y te sientas cansado, primero trata de aceptarlo simplemente. Si piensas en las cosas que antes te he dicho, tal vez puedas darte cuenta de que el momento presente está «bastante bien» y qué merece la pena disfrutarlo. Después te encontrarás a ti mismo pensando en otras cosas, pero no te sientas obligado a abandonar tus pensamientos por mantener el momento presente. Aceptas y disfrutas el momento presente, por lo que esos pensamientos pueden ser positivos y llevar consigo cierta creatividad. Eres único y tienes una personalidad única, que no tienes porqué anular, sino más bien cultivar. Tal vez de esos pensamientos surja la idea de llevar a tu chica a algún sitio especial después del trabajo o el fin de semana. Ese pensamiento, no es algo egocéntrico, inútil y dañino, sino que pone un nuevo rumbo en los acontecimientos del destino. Estás empezando a crear ya un nuevo mundo a partir de ese pensamiento. Es un pensamiento que surgiendo desde el ahora, pone una intención en el futuro, donde podrá dar lugar a bonitos acontecimientos una vez que ese futuro sea presente. Pero entonces, ¿pensar o no pensar? Depende. Lo más importante es que puedas tomar esa elección y no ser un esclavo del curso de tus pensamientos. Si te das cuenta de que tus pensamientos son repetitivos, egocéntricos, inútiles y dañinos, harás bien en recuperar el momento presente. Si estás cómodo con el momento presente y con tus pensamientos, estos pueden ayudarte a dirigir tu vida como más te guste. Un pensamiento ahora, puede dar lugar a una acción en el futuro. Si vives enfrentado con el ahora, tus pensamientos y acciones te llevarán a alejarte aún más de tu felicidad y del presente. Si aceptas y vives el presente, al proyectar tus pensamientos sobre el futuro conseguirás que este se transforme en un ahora lleno de posibilidades y que se acerque más a cumplir tus sueños.
Ahora por ejemplo, he dado rienda suelta a mis pensamientos para escribir este texto y no sé cuanto tiempo ha pasado desde que he empezado. Mi mente no es una enemiga que me separe del ahora, sino una aliada para vivirlo en todo su esplendor.
Siento no haber podido escribir antes muchas gracias a todos por contestar , me ha gustado mucho las respuestas que me habeis dado, de verdad que me han ayudado mucho a aclararme.
,pero yo mas bien me llevo un golpetazo de una confianza a ciega de las enseñanzas de los libros y/o articulos. Creo que cada uno tiene que tomar su propia rienda y no ser completamente igual que el otro sino leer y leer y sacar tus propias conclusiones, tu propia forma de ver la vida siendo objetivo de la situacion del ahora y de tu manera de pensar (negativa/positivamente).
Completamente de acuerdo 2d3. No debes seguir ciegamente lo que otras personas te digan, pero escuchar los consejos de otros pueden guiarnos sobre nuestro propio camino. Si siguiéramos ciegamente los consejos de determinadas personas estaríamos haciendo como quién cree encontrar la verdad absoluta en una determinada religión.
Yo, por ejemplo, he cuestionado varias veces algunos de los planteamientos de David y Rubén, pero seguir su admirable trabajo me inspira también a buscar mi propio camino.